[Off-topic] El Diario del Superviviente.

Meilu

Sé que los diarios se usan para contar lo que ocurre día a día, pero sé, querido diario, que me perdonarás contar lo que me ha ido ocurriendo desde hace un par de semanas. De otro modo, nunca habría creído conveniente anotar las pocas alegrías y muchas desgracias que he visto en este lugar. Pero te advierto, diario mío, no esperes mucha constancia, pues tengo que aprovechar los pocos ratos que el Ente nos deja en esta hoguera, que parece de campamentos, para poder escribir. Y a éso súmale las ganas que pueda tener de escribir después de regresar…

Día 0.

Querido diario, no te creerás lo que me sucedió. Desperté en el único día de la semana en que podía "descansar", aunque las obligaciones no cesaban ni siquiera en éllos. Generalmente me los pasaba durmiendo o abstrayéndome de la realidad entre videojuegos y películas. Pero este fue muy extraño.

Desperté sin sueño en un día de otoño, el típico de mi zona en que la niebla impide ver el Sol durante meses incluso. Aunque era temprano, no tenía sueño, ni me sentía cansado, algo muy extraño. Pero había algo más extraño, ese muy sutil tintineo de cadenas. Bueno, tampoco es que me importase mucho aquel día, pues cosas peores se oían en mi vecindario. Así que como de costumbre, encendí el ordenador y me puse un rato a mirar series y a echar un rato a algunos videojuegos entre alguno de terror y alguno de aventuras.

Pero mientras jugaba, seguía escuchando esas cadenas, que muy poco a poco se iban oyendo más fuerte, aunque seguía siendo un sonido bastante bajo.

Pensé que lo mejor sería salir a dar una vuelta a que me diese el aire y disfrutar de la niebla blanca que siempre me calmaba. Por suerte vivía en una zona tranquila y, aunque pasaban cosas oscuras, siempre ocurrían en lugares alejados de la mirada de la gente, por lo que los paseos te permitían despejar la mente.

Aquí viene lo extraño. Cuando cruzaba el puente del río, la niebla cayó de repente. No podía ni ver mis manos del espesor de la misma. Noté que estaba todo mojado y ahora mismo ya no sé si era de la propia niebla o si era por el terror de la situación. Las cadenas se oían muy fuerte, como si las tuviese a mi alrededor, pero la niebla impedía ver nada.

Empecé a girar sobre mi mismo, desorientado y, de repente, una parte de la niebla se arremolinó, dejando un poco más de espacio delante mía. Pero esta niebla empezó a tornarse de color #########, algo que nunca había visto. El ruido de las cadenas seguía siendo ensordecedor, aunque… su sonido parecía cobrar sentido.

Es extraño porque solo entendí palabras sueltas pero parecían una promesa de un mundo añorado: "Escapar", "Morir", "Héroe", "Sufrir", "Villano",… fueron algunas de las palabras que entendí.

Una imagen: patas de araña abrazándome.

Una sensación: estar en el lugar al que pertenezco.

Sin siquiera pensar, me adentré en aquella niebla oscura que me tenía embrujado. En medio de esa niebla mi mente se dividió en dos y me vi a mi mismo reflejado, aunque distorsionado y enseguida entendí: mi mente había sido dividida. En mi cuerpo original se habían quedado mi personalidad original, la que guardaba la bondad y aquella que guardaba la ira y el impulso de vivir.

En los ojos de mi copia vi la Locura que guardaba mi parte más analítica, así como el pesar que había arrastrado tanto tiempo. Mi copia era retorcida, con una sonrisa desmesurada que denotaba locura y peligro, como si estuviese ansioso por causar dolor. La niebla se materializó en su mano en forma de alabarda y lo último que recuerdo es que ambos éramos arrastrados por detrás, desde la cintura, hacia el interior de la niebla.

Cuando abrí los ojos pude ver esta hoguera, con troncos a su alrededor donde poder sentase uno y árboles alrededor, que ocultaban algo… a mucha… ¿gente?. Notaba las miradas clavadas en mí y cuando intenté vislumbrar de dónde procedían las miradas, oí a mi lado una respiración muy fuerte y una neblina negra apartándose de su cuerpo, como si la niebla acabase de dejarlo ahí.

Desde ese día he perdido la noción del tiempo pues… vaya, es mi turno, ojalá esta vez sea más interesante 😁.

Meilu

Día 1.

Querido diario. Hoy te voy a contar cómo es éste reino al que fui a parar.

Primero, yo tuve la suerte de llegar a la hoguera del campamento, en la que coincidí con un chico, David, que acababa de regresar.

¿De dónde? Pues de un juego macabra que tiene el Ente.

Que ¿quién es el ente? Pues parece ser una criatura que se alimenta del sufrimiento de las personas. Para ello crea mundos, encierra a varias personas (generalmente cuatro a la vez), a quienes llamamos "survis", y los junta con un asesino despiadado, al que llamamos "killer".

Además de ésto, David me explicó el modo de sobrevivir: Reparar 5 generadores entre los 4, abrir una puerta y escapar. Sobre el papel parece fácil, pero el Ente nos limita las posibilidades de defendernos.

Aquellas características que nos hacían destacar en los mundos de que venimos son ahora las habilidades que podemos usar y compartir con los demás survis. Pero el Ente sólo nos permite usar 4 a la vez.

Que ¿cómo puede limitarnos así el Ente? Pues parece ser que en realidad no usamos nuestro cuerpo físico, sino que usamos un homúnculo (cuerpos artificiales en los que se inserta nuestra mente). Por eso el Ente tiene un poder muy grande sobre nosotros y podemos MORIR, una y otra vez, apareciendo nuevamente en esta hoguera. Como prueba fue el mismo David, que en esta ocasión se sacrificó para permitir a los otros 3 survis a escapar.

Pero por suerte, ése no fue mi destino… al menos la primera vez.

Ahora que llevo un tiempo en este reino puedo decir que el Ente también ejerce su poder sobre el Killer. Pero es un poder más fuerte que el que ejerce sobre nosotros, pues le puede limitar su habilidad de cazar.

En los primeros juegos en que participé, el killer no tenía el nivel ni habilidad de los que estoy enfrentando ahora. Pero ni por asomo.

La partida fue peculiar. Si tenemos que "reparar" generadores, aunque parece más reactivarlos, el killer ni se interesaba por ellos, a duras penas lograba asestar golpes y no encontraba ni los ganchos donde colgarnos. Pero también recibí ayuda de los otros supervivientes más experimentados, como el propio David que me indicaba cómo funcionaba el "mapa" que nos tocó, en los "reinos" del pantano.

Es extraño, pero el Ente tiene diversos patrones de mapas muy distintos, a los que llamamos Reinos. Dentro de estos Reinos, tiene diversas versiones, a las que llamamos Mapas. Aunque suelen repetirse, hay variantes.

No termino de entender al propio Ente. No parece una criatura "malvada" como tal. Nos da opciones de escapar, se preocupa de que en los mapas haya estructuras y objetos que nos puedan ayudar, nos permite fastidiar a su killer,… Pero ésto es un pensamiento que no compartiré con el resto de survis.

Pero tampoco diría que es una criatura "buena", pues los killer son realmente fuertes y cada vez más, estoy entendiendo que se necesita mucha habilidad para lograr escapar. Como mínimo nos avisa cuando va a teletransportarnos. Si bien nos selecciona a los que necesita, también nos permite sustituirnos entre nosotros. Además, nos da tiempo para poder elegir qué poderes o habilidades, a las que llamamos "perks", queremos que el Ente nos permita usar. Incluso podemos utilizar objetos que nos facilitan las cosas.

Pero ¿por qué tenemos interés en ir nosotros mismos a éstos juegos? Pues por tres razones:

1º Podemos obtener objetos de unos cofres que podemos llevarlos con nosotros, guardarlos y utilizarlos en las siguientes partidas.

2º Porque podemos fortalecernos a nosotros mismos con una cosa llamada "red de sangre". Parece que según lo que hemos contribuido con el Ente, nos puntúa y absorbemos parte de su poder.

3º y más importante: Las necesidades básicas, tales como comida, ropa o ¿entretenimiento? Lo obtenemos en los mapas.

La verdad es que se siente mucha agonía dentro de los juegos, especialmente cuando nos ataca, nos cuelgan en los ganchos o cuando morimos. Aunque puede matarnos el Ente, lo peor es cuando nos matan los killer con algo llamado "memento mori", o "mori" para acortar. Y no parece que al Ente le guste mucho que nos acaben con el mori o que el killer se enfoque en nosotros para liquidarnos o que nos dejen morir desangrados. Si descubro o pienso en motivos ya los escribiré.

Bueno, voy a intentar descansar un poco, que llevo varios… ¿días? participando en estos juegos y explorando la zona de alrededor del campamento y la hoguera es el único en el que estamos a salvo.

Meilu

Querido diario,

ya no sé cuanto tiempo ha pasado desde la última vez que pude escribirte. Pero hay algo muy urgente que debo plasmar aquí.

Hay algo que está cambiando en el reino del ente. Se nota entre los survis, se nota con los Killers. No sabemos si está relacionado con este cambio en ambos bandos, pero algo está claro.

Vale, iré al grano. Hay "algo" observándonos. Y no me refiero al Ente. Me refiero a algo… distinto. No sabría cómo explicarlo.

Cuando se hace más fuerte su presencia es cuando el Ente nos envuelve en la niebla para llevarnos a sus juegos macabros. No sabemos muy bien lo que es, pero hemos decidido llamarle "Jim".

Sé que es una locura y que no tiene ningún sentido, pero notamos a Jim como si fuese una columna metálica, como la que hay en los andamios.

Hemos hablado en la fogata para descubrir que puede ser y hemos llegado a la conclusión. Debe ser un asesino que nos acecha desde la niebla que se hace pasar por esa estructura. Piénsalo, mi querido diario, ¿qué otra cosa iba a poder ser? Nos acecha desde la oscuridad y nos observa constantemente.

Debo irme, el Ente está más hambriento de lo habitual y casi no nos deja descansar.

Seguro que Jim tiene algo que ver en todo ésto.

Meilu

Querido diario,

ha pasado tanto tiempo desde que pude escribirte que parece un año entero. En todo este tiempo, Jim ha seguido ahí, observando, inmóvil. Ahora hasta le saludamos cuando somos transportados a los juegos.

Pero lo que parecía que estaba cambiando ya se ha confirmado. Varios de nuestros compañeros supervivientes están siendo "manipulados". Mejor te lo explico con un poco más de detalle.

Hace ya un tiempo que parecía que algunos compañeros se volvían "torpes" en momentos clave. Por ejemplo, no conseguían tirar un palet en la persecución para zafarse del killer; o no conseguían saltar una ventana. Ahora se ha vuelto más descarado.

Algunas veces los compañeros son atraídos hacia el killer. No es solo que pierdan el sentido de supervivencia, sino que van al asesino y ¡le piden que acabe con ellos! Ningún asesino desaprovecha esta ocasión para satisfacer su sadismo.

Lo más extraño es que, cuando regresamos al campamento, los supervivientes controlados no son conscientes de lo que ha ocurrido. Sólo recuerdan la sensación de que algo o alguien les impedía moverse a voluntad. Aunque nos preocupa un poco, parece que tiene un efecto secundario y es que algunos killer parecen haber satisfecho toda su ira y ansia de matar cuando acaban con estos supervivientes controlados.

Hasta parece gracioso, pero alguno intenta colaborar con nosotros para ayudarnos a escapar. Sí, querido diario, lo que te escribo. Por ejemplo, Amanda "La cerda" se pone a reparar motores con nosotros, o Ghost Face se pone a jugar al escondite. En alguna ocasión, el asesino ha jugado al pilla pilla inverso con nosotros… Aunque la Cazadora, como siempre, es la que tiene los juegos más macabros, pues le gusta hacer un juego de supervivencia extremo.

Aunque no lo haya comentado con los demás supervivientes, podría ser que este fenómeno tuviese alguna relación con las estrategias que suelen usar Sable, Leon y Meg. Todavía no estoy seguro, pero parece que no soy el único que lo ha visto, pues hay quienes intentan alejarse un poco de ellos, incluso les miran con recelo. Pero ya te escribiré en otra ocasión sobre ello.

Por ahora, me iré a intentar dormir un poco. Últimamente no he parado de encontrarme a un muñeco robótico y al payaso… este último da más asco que lo normal, pues ahora no para de oler sus propios potingues raros. No acabará bien ese señor… te lo escribo desde ya.